Fue toda una gozada impartir este curso. Tod@s eran personas con muchas ganas de aprender, reír, jugar; y llegado el momento...comer...
Hicimos: pan, paté de berenjena, tofu a la cebollita y el pimiento rojo, carne vegetal al tomatito picante, pasta a las mil verduritas, sopa de lombarda y natillas con harina de maíz.
En el día a día improviso siempre. Aveces si algo está especialmente bueno, anoto los ingredientes.
Aunque el plato resulta siempre diferente, por la calidad de los ingredientes, el tiempo de cocción y el origen de la energía que lo cocina, cambio de especias; y hasta el estado de animo y energía de las personas que lo preparan de seguro también influye.
Todo gustó mucho a excepción de la sopa de lombarda, que gustó menos. También es verdad que fue el penúltimo último y los estómagos ya estaban muy saciado.
Lo que más ilusión les hizo a casi tod@s fue hacer el pan. Cada persona dio forma al propio pan que luego comería. Estaban muy ilusionad@s. Es que es una gozada comerse el pan recién hecho, después de haber disfrutado con su elaboración.
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