domingo, 28 de enero de 2018

LA GRAN BÓVEDA BLANCA

Una bonita y solidaria acción tubo lugar ayer en El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Fue organizado por  Ecologistas en Acción de Daimiel, junto con la plataforma Pacifistas Ciudad Ral.
¡Que agradable sorpresa fue reencontrarme con mis viej@s amig@s Rosa, Isabel, Jesus y Zarri!. Todas ellas personas cercana, cariñosas y compromotidas en la tarea de ayudar a crear un mundo respetuoso con el medio y con tod@s y cada un@ de l@s habitantes, de este hermoso planeta llamado tierra.

 Este dia nublado frio, y algo ventoso, lo vivimos como un bonito y armonico espacio de tiempo, aun con esas condiciones atmosféricas no del todo gratas.
 Estubimos repoblando una parcela del parque con arboles y plantas autoctonas como: encinas, tomillo y retama.
Fue un goce sembrar esas pequeñas encinas y demás arbustos; sabiendo que con ello estamos colaborando a sanar la tierra, a crear un aire mas puro y un medio de proteger la diversidad de especies.
 Sembrar en la tierra de manera respetuosa, siempre es una manera de contribuir al milagro de la vida.

Luego compartimos una rica comida, al respardo de una hermosa pared de piedra que nos resguardaba del frio viento, haciendo que los intermitentes rayos de sol nos calentara y reconfortara, proporcionandonos un agradable y placentero ambiente campero y familiar.

Despues vinieron los juegos de animacion al aire libre. Todos ellos con el blanco paracaida como herramienta de juego en grupo.
 El video muestra La Cúpula, al menos a mi, me fascinó. Un ejemplo de la belleza en lo sencillo.

Y a la caida del sol, ese explendido atardecer que nos suele brindar las extensas llanuras manchegas; especialmente en  parajes fluviales, donde los muchos tonos de naranjas, violetas y rojos, son reflejados en la superficie del agua.

Las grullas fueron la ginda del dia. Con el goce que supone  verlas volar... Sus elegantes cuerpos surcando el purpureo cielo.  Esos movimientos  cordinados y armoniosos compajinado  a su unísono cantar, creando ese lenjuaje, que va marcando el paso por los cielos que atraviesan.  volando en grupo, formando esa gran V en movimiento, que se desplaza como un unico y magico cuerpo.

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