domingo, 26 de septiembre de 2010

De excursión nocturna




Pensábamos ir cuatros personas a dar un paseo por la sierra, bañarnos bajo la luna y luego dormir junto al castillo de Calatrava la Vieja. Al final se lo fueron diciendo de unos a otros y se presentaron el La Encina todas estas aventureras personas. Quedaron encantado con el lugar y con ganas de subir la cumbre. Nos bañamos solo tres personas pero todas gozaron de esa noche de luna llena y de la compañía entrañable. Al final solo nos quedamos tres chicas a dormir junto al castillo. A las tres de la mañana tuvimos que ir a urgencia para que me sacaran un insecto del tamaño de una mosca, que se me había metido en el oído. El pobre animal se zarandeaba para salir, ese movimiento era lo que me producía el dolor. Se había metido tan al fondo que no lo veían y tuvieron que hecharme dos buenos jeringazos para que el animalillo saliera. Me puse tan contenta que quise abrazar a la doctora.
Y... de regreso al campo, comernos una tajada de melón, unas risas y a dormir.
Siempre es una gozada dormir bajo el raso cielo!

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