martes, 18 de agosto de 2009

Resignaión, aceptación

Treya ( personaje real del libro titulado” Valor y Coraje” del terapeuta y escritor Ken Wilber) se preguntaba al principio de su experiencia con el cáncer que la invadía, cual sería la diferencia entre resignación y aceptación.

No es el caso de ella. Treya, más bien, a lo que hacia alusión era a su actitud ante esa situación que por otro lado supo abordar como bien dice el titulo del libro, con gracia y coraje. Pero si creo que a veces se suele tomar muy a la ligera estos dos aspectos y se suelen considerar como sinónimos.

Creo que una cosa y la otra no tienen nada que ver. Diría que son estados mentales totalmente diferentes. En la resignación veo como una incapacidad para salir de esa situación que te produce dificultades y sufrimientos.

De alguna manera hay un ente que se rinde a la situación tras no encontrar una salida viable, con la que sienta que tiene el valor de afrontar.

Esta actitud conlleva de forma sutil y oculta “un estado de aguantar”; aguantar, resistir. Es eso, la persona que se resigna en realidad está resistiendo de una forma solapada.

En la aceptación no hay un sentimiento de incapasidad ni sentido de lucha oculta. Lo que se da es una total comprensión de la situación presente, que te lleva a estar ahí sin más.

Por otro lado, creo que no hay ninguna entidad egóica que acepte nada. En realidad en tal caso no abría que aceptar.


Sencillamente es como un fluir con eso que está sucediendo, que se está dando en esos momentos, algo que sucede y nos abarca.

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