viernes, 24 de diciembre de 2010

Soltar el arsenal del pasado

Si no vamos muriendo psicológica mente a cada momento, lo que sucede es que vamos cargando todo el sufrimiento, heridas, creencias, rencores y resentimientos vivido a lo largo de los años; todo un arsenal innecesario para vivir la vida de una manera fresca y plena .

¿Realmente la persona actuá con la madurez- lucidez que corresponde a los años vividos? Mas bien se actuá desde ese arsenal, proyectando toda esa carga y viendo el mundo presente desde ese entramado mental tan individual como irreal.

Por ejemplo una niña no valorada en su infancia irá cumpliendo años, pero esa carencia actuará en ella a cada momento, intentando conseguir de los demás esa valoración que no tubo.

Así puede ser una persona con grandes capacidades aunque se la verá mendigando aprecio. Necesitando que le reconozcan lo bien que lo hace. Si esta persona se siente valorada por su jefe o algún compañero-a se le verá teniendo una actitud infantil; con miedo a defraudar y con incapacidad de mostrar desacuerdos. Sus pensamientos dirían algo así: “ ahora que saben apreciar lo que soy no me voy a arriesgar a perderlo”.

Esta satisfacción que siente la hace prisionera, se hace adicta a esta emoción.

Así será hasta que sea consciente de su arsenal y el resultado de ello en el presente; hasta que lo vea y comprenda: comprender que la que mendiga es la herida del pasado y que ya no es una niña que necesite la aprobación de ningún adulto, porque ella es adulta, y hace las cosas lo mejor que puede y no pasa nada si otras personas no están de acuerdo con su sentir y pensar.

Igualmente puede suceder que de niña te colocaron el el papel de luchadora y valiente, una niña sin miedo a enfrentarse. Entonces sucede que creces creyendo ese enunciado y siendo fiel a él, a sabiendas de tu propia inseguridad ante muchas situaciones. Si la admiración por no mostrar miedo fue muy grande, es muy posible que la resistencia a dejar salir el miedo sea tan grande que la persona estará totalmente ajena a él. Con lo que mostrará signos físicos antes situaciones de temor: apretará el abdomen, tensará los músculos del cuello, los que rodea el ano, y si no se hace consciente de esta reacción corporal, estos modelos de reacción crearan enfermedades en el cuerpo.

La niña etiquetada de luchadora no parará ni desistirá en su lucha, toda la vida buscará causas para mantener vivo ese papel en el que la colocaron.

Claro que no toda persona que lucha y es valiente está arrastrando las etiquetas de su pasado. Los seres humanos tenemos capacidad para ver en el presente todas las etiquetas y creencias que nos engancharon en la niñez, adolescencia y vamos respirando a lo largo de los años.

Se trata de hacer consciente lo inconsciente, para ser personas que actuamos libre de ese arsenal. Ante una situación presente se responde desde lo nuevo, nunca antes se pudo dar una situación igual, como poco existen miles de cambios y matices diferentes que la hace única. Cada situación es única, cada momento es único. No puede ser de otra manera.

Una mente en estado de alerta pasivo, sin ese sentido de la voluntad queriendo cambiar nada, es la mente que ve y comprende toda las sutilizas de la mente personal,egóica o mecánica.

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