jueves, 13 de mayo de 2010

Una pareja de Israel


Lo siento, ahora no recuerdo sus nombres. En mi corazón si que permanece una sonrisa llena de ternura hacia ellos. Vivimos unos días intensos y aprendimos juntos. Ella pintaba muy original y la pintura que me regalo luce en el porche, la acogí con cariño. Aquí aun no habíamos empezado con las obras.
Zampa estaba gozando de las caricias que les hacían. Sentían mucho cariño por el anciano y mimoso perro.

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