martes, 27 de octubre de 2009

Me diagnosticaron un tumor en el ovario derecho, al no quitarse en meses pensaron que era cancer. Me hicieron muchas ecografias y según ellos, cada vez ese diagnostico se hacía más evidente. Así que decidieron hacerme los marcadores tumorales.
La verdad que todo lo que viví fue una bonita experiencia. Donde pude verificar mi no temor a irme de esta vida. También fue bonito por lo cerca que me sentia de todas las personas que estaban gravemente enferma o tenian cancer, hizo que se creara en mi una consciencia de comprensión por la enfermedad, la vida y la muerte y por el sufrimiento por el que pasa la mayoría de las personas que están atrvesando una enfermedad de esa magnitud.Aprendí mucho de mi, de mi cuerpo, de la salud y la enfermedad.En todo ese tiempo de pruebas me sorprendia constantemente a verme feliz, con ausencia de miedo y sobre todo con casi total ausencia de pensamientos,sobre todo relacionado con la enfermedad. No es que estaba evitando ver la realidad. No, cada vez que tenia que hablar de ella hablaba, cada vez que tenia que ir a hacerme una prueba iba. Recuerdo que casi todas las noches mis manos se iban a la zona de los ovarios y le proporcionaba unas tiernisimas caricias, sentía dentro de mi un real cariño por ese bulto que había nacido en mi ovarío, fuera cancer o un simple tumor benigno. Finalmente cuando fui a por los resultados me sorprendi de nuevo con el poco temor que iba hacia el hospital y con la alegría que vivia cada momento.

A los pocos días de la primera sospecha, de que lo que habia en mi ovario era un tumor maligno, escribí lo siguiente:

" Soy una persona más de la humanidad.
Desde las primeras pruebas entran en mi mente algunos pensamientos timidos y temerosos, como si fueran golondrinas que revolotean asustadas en un setio donde saben no es su lugar.Esos pensamientos eran: "Pero cómo yo voy a tener cancer" "Yo con cancer, que va" y cosas así.
Pero son tan leves y tienen tan pocas fuerzas, que hasta la letra impresa le da un sentido exagerado y más realidad de la que esos mismos pensamientos tienen.
En casi el mismo instante en el que entra se colocan en una especie de lago calmado, en esa consciencia o estado donde nada tiene demadiada importancia y es una especie de sentir donde todo está donde debe estar.
¿Por qué yo no podria contraer cancer igual que esos miles de millones de seres que lo padecen? No, esas fantasias ya han dejado de tener peso en una, ni siquiera como fantasia. ¿qué importa mi dolor individual? Existen miles de personas sufriendo dolor y miedo por la enfermedad y lo que esta puede conllevar.
¿Qué importa la terminación de mi vida, de mi futuro? Existen todas esas personas temerosas de morir y aferrados a la vida.
Soy simplemente un ser humano más y estoy igualmente expuesta a la enfermedad, a la locura, a cualquier miséria que ofrece la vida. Igual que el resto del mundo"

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